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//Comenzamos

Comenzamos el cuarto y último año en este camino hacía la publicidad. Parece que fue ayer cuando llegamos con miedos y viendo la meta como algo lejano, pensando que tardaría mucho en llegar. Y aunque no lo parezca ya estamos ahí, realizando el último esfuerzo para cruzar la línea de meta y comenzar un nuevo viaje en el mundo profesional.


Desde el primer curso hasta a ahora en clase hemos oído una y otra vez las misma terminología como por ejemplo público objetivo, la identidad de una empresa, su imagen o incluso sus acciones de RSC. Todo para conseguir convertirnos en unos expertos en comunicación y formarnos en el campo profesional que elegimos al adentrarnos en el grado.


Ahora sí que sí, es la hora de la verdad. Todo en nuestra cabeza, es hora de ponernos a trabajar. Pero antes, conviene poner recalco en los conceptos básicos con los que aún puede que experimente alguna dificultad a la hora de trabajar con ellos.


En primer lugar, el gobierno corporativo. De forma concreta se trata de el código de buenas prácticas empresariales. Apelando a la lógica, en todas las organizaciones su equipo directivo debe organizarlo, definiendo quién participa en él y quién tiene el poder de toma de decisiones para el correcto funcionamiento de la organización, además de cómo se toman y se llevan a cabo estas decisiones. Es decir, las acciones, puestas de forma formal o no, que impregnan las relaciones de los participantes de una empresa.

Un ejemplo de Gobierno Corporativo, es el de la empresa Iberdrola que viene detallado en su página web. Describiendo su modelo gubernamental integrando sus estatutos sociales, políticas corporativas, normas internas, etc., con el fin de crear grupos de trabajo para continuar el desarrollo de este modelo de gobierno corporativo, en los que cuenta con la participación de representantes del grupo de interés que necesiten asistencia en cada caso, con profesionales de la propia empresa y de expertos externos que perpetúen la solución de las distintas soluciones.


Otra parte importante que se ha ido constituyendo en las empresas con mayor grado en los últimos años es la Responsabilidad Social Corporativa. Las empresas saben que solamente con su producto, marca o actividad que

desarrolla no es suficiente para mantener una imagen preferente en sus públicos. Estas actividades, que antes se veían como opcionales, que empezaron como una especie de moda para ir mejorando la imagen de las distintas empresas, en los tiempos actuales, y tras los últimos años de crisis económica, la RSC se considera como algo primordial dentro de una organización ante una sociedad que cada vez más acepta este tipo de gestión en una empresa a la hora de decantarse por ella.



Pero como afirma el catedrático de Ética de la UJI y miembro de la Comisión Ejecutiva de la Fundación Étnor, Domingo García-Marzá en una entrevista con el periódico Cinco Días, es un problema cuando la RSC se integra en el lenguaje empresarial y en sus prácticas, pero no se ve claramente en su cultura corporativa. “No vale con tener un código ético para generar confianza”, añadió el catedrático. Y así es, por mucho que una empresa predique unas ciertas acciones si no están dentro del pensamiento de sus principales actores emisores de información, es decir, arraigado a su cultura corporativa, no será efectivo ante sus públicos.


En definitiva, todos estos elementos básicos harán que el funcionamiento de una empresa y la transmisión comunicativa hacia sus públicos sea de mayor relevancia y se transmita en términos de buena imagen o de reputación, pero de la reputación hablaremos en otro post.


Hasta pronto.







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